LIBERACIÓN DE ENERGÍA
El gran mundo de la ciencia ha dicho (si es que se pudieran construir máquinas lo suficientemente poderosas como para triturar el átomo) que con la energía así liberada bastaría con una diminuta molécula para empujar u
n gran barco de pasajeros de un lado al otro del océano; y, sin embargo, en el transcurso de un segundo, cada uno de ustedes recibe dentro de su propio corazón (sin reconocer este hecho) incontables billones de estos átomos que circulan por el Universo sin ser usados, ya que el hombre todavía no ha aprendido nada sobre el poder que se encuentra dentro de su propia corriente de vida exactamente como si fuera una naranja que descansa sobre una mesa sin ser tocada, o una nuez de la cual la semilla no ha sido extraída.
Podría uno sentarse durante días con estos dos artículos alimenticios al alcance de la mano sin gozar de la suculencia del uno o de la nutrición en el otro, a menos que se haga un esfuerzo por desvestir el ropaje que cubre sus esencias.
Lo mismo pasa con la preciosa Luz de ustedes. En el momento en que nacen en este mundo, su propio Ser Crístico acuerda aceptar el prana o sustancia del aire, y acepta la responsabilidad por toda la entidad de dicha "mercancía" que ustedes usarán en el curso de una vida. Igualmente, desde el momento de su primera inhalación, los poderes y seres del aire se convierten en sus sirvientes; los seres que se ocupan del sostenimiento de la Tierra les suministran a su cuerpo alimentos y nutrición; el sol brillante les ayuda a ejecutar los actos de su diario vivir; y los elementos del agua les suministran sus abluciones, así como también les dan los refrescos necesarios para sus cuerpos Internos. Todos estos seres elementales doblan la rodilla ante el Trono del Uno de Quien todo ha emanado y que insufla el primer aliento en las fosas nasales del recién nacido, poniendo los éteres akáshicos en movimiento. ¿Acaso piensan ustedes que es por gusto que edad tras edad, aeón tras aeón, la humanidad haya sido servida de esta manera y que, sin embargo, no haya dado señales de estar dispuesta a aceptar la responsabilidad de usar estos poderes de la naturaleza sin —de alguna manera.— contribuir, aunque sea impersonalmente, al progreso del planeta y de la raza?
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