martes, 18 de enero de 2011

ESPIRITISMO-EL MORYA


El amado MaháChohán me ha pedido que les hable un poco sobre el tema del "Espiritismo", una palabra acuñada para cubrir el estudio del plano psíquico y sus habitantes. Este es un tema que ha ocupado la mente del hombre durante muchas eras, teniendo ciclos recurrentes de interés activo. Uno de tales ciclos parece estar desenfrenado actualmente, lo cual hace oportuna Nuestra referencia a él en este momento. 

Amados amigos, ustedes deben saber que cada ser que haya encarnado en cualquier momento sobre este Planeta lo hizo por su propio libre albedrío, habiendo solicitado a la Deidad [Godhead] permiso para alcanzar la maestría sobre los poderes de creación en el mundo de la forma. Habiéndosele conferido amorosamente este privilegio, su próximo paso fue el de solicitar a la Ley Cósmica la suficiente energía de vida para completar su misión. Esta esencia de vida, siendo la emanación del Cuerpo de la Deidad, es tenida en tal inapreciable estima por la Ley Cósmica, que cualquier corriente de vida que solicite su uso, tiene literalmente que "firmar" por la cantidad liberada; y sólo se le da, entonces, con la condición de que va a ser devuelta en un tiempo específico, con intereses en términos de resultados. Todo aquel que respira el aliento de vida, queridos amigos, no importa en qué esfera habite, ha firmado este documento ante la Ley Cósmica en uno u otro momento. 

Cuando el hombre incumplió con su obligación hacia la Ley Cósmica por el retorno de esta energía, siendo el período permitido para el logro de su maestría aproximadamente catorce mil años, bajo la supervisión de los Siete Chohanes de los Rayos, el completo curso de la evolución de la Tierra experimentó un cambio drástico. El Santo Cristo Propio de cada individuo fue obligado a tomar nota de "cada jota y cada tilde" [Mateo 5:18] de energía utilizada. Esto fue registrado en el "Libro de la Vida" y tuvo que ser explicado por la corriente de vida. Fueron establecidos los Salones del Juicio; fueron nombrados Jueces, y el ámbito psíquico-un lugar apartado en la atmósfera de la Tierra-fue establecido. Fue en este momento que la Ley de Compensación se puso en efecto, bajo la creencia de que la reculada de la energía mal calificada sobre la corriente de vida rebelde mediante el sufrimiento, la disuadiría de seguir utilizando mal la energía de Dios. Sin embargo, esto probó ser inefectivo, y fue entonces que se acortó la extensión de la existencia en el plano terrenal, siendo la corriente de vida retirada al plano psíquico para descanso y renovación. Después de un tiempo específico, se le devolvía al plano físico, donde se le requería que reasumiera su empeño de lograr la maestría que había venido a lograr, al mismo tiempo que se le daba la oportunidad para redimir la energía con que se había comprometido. Fue aquí que la concepción humana de la susodicha muerte entró en escena, la partida del alma al ámbito psíquico, siendo interpretada como el final de su estancia sobre la Tierra por siempre jamás. 

Entenderán entonces, amados amigos, que LOS HABITANTES DEL PLANO PSÍQUICO NO SON MÁS AVANZADOS EN CONOCIMIENTO ESPIRITUAL QUE CUANDO HOLLARON LOS CAMINOS DE LA TIERRA, si bien las condiciones allí fueron mejoradas más tarde por cuanto establecimos salones de clase donde se les enseñaba la Ley de la Vida, y Templos de Fuego Violeta donde reciben purificación. No obstante, cada evolución en todo el Universo opera bajo un estricto Principio de Sabiduría de la Ley Cósmica. Esto incluye al hombre, y el ego encarnado -que por medio de la proyección de la consciencia de sí mismo o de otro, intenta contactar almas en el ámbito psíquico por alguna razón, no importa cual- se auto-somete (así como también somete a los demás que pueda influenciar en tales prácticas) a una SEVERA SANCIÓN KÁRMICA. Esto trae una gran infelicidad para las almas que moran allí, atrayéndolas mediante la magnetización del pensamiento físico, hacia ese grupo de espíritus infelices conocidos hasta hace poco como "los atados a la Tierra" -un estado del cual es extremadamente difícil desenredarlos. La única relación segura entre la Tierra y los planos psíquicos debería ser las oraciones por la paz del alma desencarnada y la rápida transmutación de su karma por medio de los Fuegos Sagrados de la Purificación. 


El Morya

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