Dicha Llama es creada partiendo una sustancia cristalina en la cual entretejemos en cada instante de las veinticuatro horas -con la asistencia de las huestes Seráfica y Querúbica, así como también la de las Guardianas Silenciosas de las diversas catedrales y focos de culto espiritual- las oraciones, energías, llamados, fíats y decretos de naturaleza constructiva en este planeta tierra. Eso aumenta este volumen del poder ascensional de la Llama Cristalina. También lo intensifica la gratitud en los corazones de todos aquéllos que tienen el privilegio al cierre de un lapso terrenal, de entrar a Su presencia y, aún antes de la susodicha muerte, sentir la liviandad que hay dentro de Ella; y luego, en el momento del tránsito, se elevan jubilosamente sobre su marea a la Victoria Divina y Liberación Divina. ¡Oh, cuán feliz es esa Llama de la Ascensión!
Puede que hayan tenido una experiencia en esta vida terrenal en que alguien o algo particularmente querido de ustedes se vio incrustado por un tiempo en una sustancia que era desagradable, y ustedes amorosa y constantemente se esforzaron por quitársela hasta que pudieron darle la liberación que deseaba -trátese de una persona, de un lugar, de una condición o de una cosa. Esta es una idea sencilla de la actividad de la Llama de la Ascensión. A esta Llama le encanta eliminar de todo electrón y átomo que pueda estar incrustado en discordia de la índole que sea, toda sustancia de impureza y jubilosamente llevar a cabo su servicio, elevando la actividad vibratoria de todo lo que contacta, y sosteniendo esa vibración superior hasta que los individuos entren al Reino de Dios sin que haya karma destructivo alguno sobre sus hombros; sin que haya nada que pueda retenerlos; tienen ellos pleno acceso a los Ámbitos de la Luz Eterna.
Serapis Bey
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