Me gustaría presentarles a los estudiantes otra cuestión de gran importancia y carácter vital, relacionada con la creación humana. El individuo puede invocar la Ley del Perdón y decirle a la “Presencia YO SOY”, “disipa y consume esta creación equivocada”. Esto la devuelve a la Ley Cósmica para su ajuste, donde se le corrige fuera de la actividad kármica individual.
Es grande la cantidad de personas a quienes esta idea de la Verdad les daría un inmenso alivio y gran liberación en muy corto tiempo. No puedo hacer el suficiente énfasis sobre cómo el individuo, al se el único creador de la inarmonía, puede —mediante la aplicación consciente de la Ley del Perdón— eliminar para siempre de su actividad muchas cosas que le causarían gran angustia.
Son muy pocos los que han entendido correctamente la vieja idea del karma —“ojo por ojo, y diente por diente”. La mayoría piensa que el karma tiene que ser equilibrado individuo por individuo. En algunos casos esto es imperativo; pero es mucho lo que no tiene que ser equilibrado de esta manera, siempre y cuando se entienda la idea correcta al respecto.
Uno de los infortunios cuando se adelantó la idea de karma fue el error citado anteriormente. Causó que individuos se ataran conscientemente el uno al otro por cuestiones de ajuste. Tomando en consideración que cada individuo tiene libre albedrío, se puede ver cómo este equilibrio de individuo a individuo puede convertirse en algo interminable. Si un individuo no tiene ganas de cooperar con el ajuste de una condición, ¿cómo podrá entonces concluirse la actividad? Tiene que haber una manera más sensata de propiciarlo... ¡y sí que la hay! Si los estudiantes reflexionan cabalmente sobre el material presentado anteriormente, sentirán un gran alivio y paz al comprender que todos cuentan con esta Sabia “Presencia” a la cual pueden invocar en toda situación.
Saint Germain en "Instrucción de un Maestro Ascendido"
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