Asumamos algunas emociones, por ejemplo, la posesividad, una tremenda forma de sentimiento que atrae la Energía de Dios y cubre el objeto de su afecto.
El chisme es casi siempre la emoción más insidiosa porque mediante el veneno enviado, da inicio a remolinos de emoción en la corriente de vida de muchos, y pronto tienen una conflagración interna. La crítica, la condenación y el juicio también están íntimamente ligados. La crítica silente al ver discrepancias y fallas en otros perturba los sentimientos del propio cuerpo emocional de uno, y establece causas de discordia, las cuales reaccionan en perturbaciones físicas; pero la crítica hablada pone los cuerpos emocionales de los demás en la misma acción vibratoria, y sus efectos infelices son ilimitados.
Las emociones realmente malignas son evidentes y no afectan tanto al estudiante aspirante, tales como la envidia, el odio, la ira y la malicia. La lujuria es considerada hermana de estas emociones malignas, y en tanto que no se haya alcanzado el glorioso cuerpo de Luz Eterna, la lujuria será evidente en un estudiante avanzado, por más que mentalmente rechace esta afirmación.
Hilarión
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