Cuando los estudiantes puedan sentir la seguridad de esto, su Liberación estará a la mano; y en este punto permítanme afirmar la importancia para los estudiantes del Comando, «Oír, osar, hacer y callar». Esto en particular concierne a la Instrucción. Si los estudiantes diligentes se ponen a discutir la Instrucción con otros estudiantes que puedan o no tener el mismo punto de vista, esto muchas veces los hará titubear, privándolos del gran reconocimiento y aceptación que de otra manera podrían utilizar.
Todo estudiante que está siendo instruido debería reflexionar sobre la Instrucción que recibe y rehusarse a considerarla con nadie, excepto con su respectivo instructor. Esto muchas veces los ayudará a evitar una gran confusión. Sólo después de que los estudiantes se hayan anclado firmemente en la Verdad estarán en capacidad de entrar a considerar con otros los diversos ángulos de la Verdad sin experimentar confusión alguna. Por esta razón, son muchos los estudiantes en los Retiros de los Maestros Ascendidos que, como regla general, realizan un notable progreso. Los estudiantes en el mundo externo pueden tener los mismos resultados invariables si generan la fortaleza dentro de sí y resisten la tentación de discutir las Verdades que más sagradas le son a ellos y a otros. En vista de que nadie puede crecer por otro, entonces es obvio que cuando un estudiante está siendo instruido, LO ÚNICO QUE CONSIGUE CON TODA DISCUSIÓN EXTERNA NO ES MÁs QUE DESPERDICIAR ENERGÍA.
La contemplación de la Instrucción de la Verdad que se le ha dado capacitará al individuo para recibir desde adentro la prueba que las palabras están tratando de comunicar. A fin de asegurarse un anclaje seguro, el estudiante tiene que apelar en todo momento a la Magna “Presencia” Maestra —Dios que le rodea y envuelve— en cuanto a la solución correcta de todo problema que se le presente. Salvo en aquellos momentos en que se le esté impartiendo instrucción verbal, e1 estudiante debería acudir a la Magna “Presencia” en su interior y sostener firmemente su atención sobre Ella hasta que aparezca la respuesta a cualquier pregunta que él tenga. Cuando el estudiante sincero acude con diligente determinación a la Presencia Maestra que le rodea, tendrá a su servicio las más poderosas Fuerzas del Universo; y esto hará que dichas Fuerzas se apuren a asistirle cuando lo requiera. Los estudiantes diligentes que hacen esto dejarán de ser afectados por las condiciones externas.
Saint Germain
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