EL RAYO DEL AMOR

El Amor Divino es la Más Poderosa Presencia y Poder en el Universo; y cuando se aprende a verterlo dentro de toda condición inferior a Sí mismo, se llegará a saber que se está enfocando el núcleo de tan Magno Rayo dentro de Su invencible actividad externa. Este Rayo del que estoy hablando es el que tiene Su propia Cualidad natural de Impenetrabilidad. 

Para auto-hacerse absolutamente invencible: Cuando quiera que te venga una idea de perturbación, no importa cual pueda ser la causa, es de tu incumbencia como estudiante de la Luz asumir la siguiente postura inconmovible: «¡lo único que actúa en esa persona, lugar o condición es Dios!» De esta manera estarás dando poder donde realmente corresponde y, así, permitirás que fluya el pleno Poder Interno de la Corriente de Amor Divino. El practicar esto constantemente con júbilo y reconocimiento certero de tu propio Poder Interno de la “Magna Presencia YO SOY” ¡te hará absolutamente invencible! 

A menudo los estudiantes, refiriéndose a sus aplicaciones de la Ley, dicen: “Vaya, no trabajó.” Yo les digo que es completamente imposible que no trabaje, a menos que de alguna manera ustedes le hayan dado poder a la apariencia externa. 

Lo desafortunado con los estudiantes, a veces radica en el no reconocer las pequeñas manifestaciones de la Gran “Presencia”. En vista de que en todo momento nos estamos desplazando desde lo más pequeño a lo más grande, ¿cómo podemos recibir lo mayor si no le damos reconocimiento a lo menor? Les aseguro que la totalidad de la Actividad de Dios se mueve hacia adelante de manera perfectamente lógica. 

Cuanto más reconocimiento le demos a las manifestaciones pequeñas, tanto más rápidamente recibiremos las mayores. Por ejemplo, en el mundo externo de la educación, si el niño no ha aprendido las letras y sus combinaciones, ¿cómo puede esperarse que forme palabras? 

Hay una cualidad dentro de la personalidad que a veces le hace desear pasar por encima de las cosas pequeñas como si no tuvieran valor y—utilizando una frase moderna— “meterle mano a lo mayor”. Sin embargo, no hay la más mínima diferencia en la Actividad de la Poderosa Ley, sea grande o pequeña en Su logro, siempre y cuando el estudiante esté lo suficientemente consciente [aware] de la “Magna Presencia YO SOY” que está en acción. 

Todo estudiante que requiera —o que piense que requiere— alguna manifestación de la “Presencia” que le de fe para alcanzar lo mayor, derivará un gran beneficio al meditar sobre este humilde esfuerzo para despejar el camino. En el momento en que surge la demanda por algo, ¡eso quiere decir que la cuestión está próxima!

Saint Germain