Hay ciertas composiciones musicales en particular que actúan sobre los diversos órganos del cuerpo —los riñones, el hígado y demás— para armonizarlos y hacerlos que expulsen todas las condiciones perturbadoras. ¡Oh, benditos órganos del cuerpo humano! Cómo luchan todo el tiempo, diciendo constantemente, “¡No me des más que hacer inmediatamente!” Y, sin embargo, no por eso se les deja descansar. ¿Saben ustedes que la ansiedad de la gente de la Tierra en la actualidad es la causa principal de todas las perturbaciones estomacales? Claro está que también hay otras causas. Si le meten mucho aguardiente al estómago, con toda seguridad producirá resultados desastrosos. Me parece que los Indios Americanos le dieron un nombre maravilloso a ese líquido. Si eso no incendia a los seres humanos, entonces, ¿qué lo hará? Sin embargo, la Llama Violeta está ausente por completo en el licor.
Les digo, Amados Míos, que no habrá Victoria en tanto que las bebidas intoxicantes imperen en su mundo emocional. Es Mi deseo que todo Estudiante del “YO SOY” aquí presente lo tenga claro más allá de toda duda. No sientan que pueden hacer esas cosas en secreto sin que se sepa. ¡Considérenlo! La desafortunada actividad de la mente humana, al no poder tener y hacer todo lo que le da la gana, dice, “ahora me ahogaré en fuego destructivo”. Eso es precisamente lo que la fuerza siniestra de la creación humana desea que ustedes hagan, porque entonces tendrá su dominio clara y sencillamente en ustedes, y podrá destruirlos.
Consideremos todos estos requisitos. Riámonos al respecto, antes que considerarlos con demasiada seriedad. Estoy consciente de muchos de ustedes que han deseado dejar de fumar y de beber; han querido suspender el uso del tabaco en todas sus formas; y por haber estado demasiado serios al respecto, el hábito los ha mantenido atados. En vez, ¡simplemente deberían aflojar y dejarlo ir! ¿Acaso no es esto a veces algo muy difícil de hacer —eso de sencillamente dejar ir? No obstante, ¡encontrarán que pueden hacerlo!
¿Hay alguien aquí, Mi gente querida, aún entre los Estudiantes anteriores, que entienda plenamente en qué consiste su propia responsabilidad? Cuando entran con estimulantes en su cuerpo al ambiente de otra persona, intoxicantes de la clase que sea —trátese de vino, whisky, alcohol, o lo peor de todo, ginebra— ustedes estarán exudando esa radiación. Ahora, ¡observen!, esa sustancia sale del cuerpo de ustedes todo el tiempo, así de sencillo (movimiento de la mano). Ustedes no la ven, pero está saliendo en todo momento. Al introducir eso en el mundo de otras personas, serán ustedes responsables por los deseos que se establezcan por ello en el mundo emocional de los otros individuos. ¿Se preguntan por qué los Mensajeros le han implorado una y otra vez a los Estudiantes por toda América, trayendo a colación el peligro de este punto? Ustedes se convierten en responsables por las condiciones que producen en otras personas.
Gran Tenor Cósmico en el Libro "Luz de los Maestros Ascendidos".Vol.2
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