La acción vibratoria de los cuerpos internos ha tenido una vida independiente dentro de la conciencia de la humanidad durante tanto tiempo, que cuando el individuo decide inicialmente establecer conscientemente el patrón de esa vibración, antecediendo las actividades del día, dirigiendo la Llama a través de los cuerpos mental, emocional, etérico y físico, con toda seguridad experimentará una resistencia a una dictada rata de vibración.
Encuentran, entonces, que los cuerpos tratarán de asumir su naturaleza original a la primera oportunidad que se les presente, cuando la presión toca cualquiera de ellos en el transcurso de la experiencia durante el día.
Es por esto que estoy trayendo a su atención ahora la actividad vibratoria que puede invocarse desde el Espíritu Santo para entrar a sus cuerpos internos, y PERMANECER como una vibración fundamental constante y pulsante con más poder que cualquier acción acumulada del pasado.
Es por esto que estoy trayendo a su atención ahora la actividad vibratoria que puede invocarse desde el Espíritu Santo para entrar a sus cuerpos internos, y PERMANECER como una vibración fundamental constante y pulsante con más poder que cualquier acción acumulada del pasado.
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