Sólo puedo afirmar la afirmación tan repetida de Mi amado Hijo, Saint Germain: "La necesidad del estudiante, sin importar qué edad pueda tener, es aquietarse a menudo en el transcurso del día para permitir que las Energías, Directrices, Radiación y Poder de la Presencia fluyan dentro de (y alimenten a) los cuerpos inferiores y la conciencia externa." En Oriente, la práctica de la meditación concentrada sobre la Fuente Suprema precede a toda actividad. En Occidente, donde los requerimientos de cada hora parecen exigir la atención y las energías del chela, este períoddo de comunión espiritual a menudo se descuida, confirmándose con un sentimiento de vanagloria de la propia rectitud en cuanto a que el servicio es tan grande que literalmente no hay tiempo para "aquietarse y saber que 'YO SOY' Dios".
MaháChohán
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