Antes de Mi Ascensión, Yo llegué a comprender la Ley de Transmutación e hice muchas cosas que a los hombres le parecían milagrosas. Trabajé por toda Europa durante cuatrocientos años después de que comencé a mantener el cuerpo que utilizaba... ¡pero la humanidad rehusaba escuchar! Hubiera podido hacer de Europa los Estados Unidos de Europa, y traté de hacerlo. Cuando encontré al joven Napoleón, él era el individuo más obediente y dispuesto que se pudiera encontrar. No había en su mundo emocional el más leve indicio de que no continuaría obedeciendo; pero en un momento en que bajó la guardia, permitió que las fuerzas destructivas del mundo de la creación humana surgieran dentro de él, y dejó de escuchar. Ustedes ya conocen el resto de la historia.
En precisamente ese estado se encuentra la humanidad hoy en día. En el momento en que la arrogancia del logro humano hace su entrada por la razón que sea, en ese momento, señores... ¡le habrán cerrado la puerta al Poder, a la Belleza y a la Perfección de su Magna Presencia de Dios! Ustedes no pueden darse el lujo de hacerlo. Cuanto más grande sea su poder y comprensión, tanto más humildes deberán tornarse ante esta Gran Presencia de Luz y Liberación, y tanto más inexorables ante la creación humana. Tienen que ser tan humildes como un niño ante esta Gran Presencia de Vida que palpita en sus corazones.
Saint Germain en "La Voz del YO SOY.Vol.7"
No hay comentarios:
Publicar un comentario