sábado, 19 de febrero de 2011

LA VERDAD DISTORSIONADA

En la Grecia primitiva, en la época en que el Oráculo de Delfos estaba muy activo, las primerísimas vírgenes vestales estaban dedicadas por completo a magnetizar la Verdad pura. Proyectaban la Verdad de los labios de la amada Vesta y de la amada Pallas Atenea, repitiéndola y registrándola. Dichos registros existen todavía, y están bajo la custodia de la Hermandad de Creta. Esta orden espiritual de vírgenes vestales se sostuvo durante casi setecientos años. Este período llegó a su fin porque se admitió en el grupo a una virgen vestal que no vivía en conformidad con el voto de pureza de mente y cuerpo. Toda la actividad se infectó a causa de esta persona, y llevó al Oráculo de Delfos a su ruina. Esto también destruyó la conexión y contacto que tenían las Amadas Vesta y Pallas Atenea con la gente de la Tierra. 

Los registros del Oráculo de Delfos que la gente tiene actualmente, son los de esta organización degenerada y deshonesta, la cual —al igual que la Orden de Fu Manchú-— era inicialmente una orden de gran Luz. Es lamentable que muy a menudo algo que comenzara con una gran Luz y que fuera sostenido por individuos espirituales de gran integridad de conciencia, sea más tarde poseído por fuerzas del mal y se convierta en artículo de engaño para las masas. Esto ha dado como resultado un temor supersticioso y un registro etérico de agnosticismo en la conciencia de gran cantidad de hombres y mujeres inocentes que una vez pusieron su fe y la luz de sus almas en la autoridad y autenticidad del engaño antes mencionado. Durante muchas eras, He podido observar cómo se distorsiona la Verdad a causa del egoísmo —generalmente por el DESEO DE PODER PERSONAL—, y casi siempre a causa de la ARROGANCIA ESPIRITUAL. 

He atestiguado a las heridas espirituales que se le han propinado a la conciencia de la raza. Esa es la razón de por qué hice el voto de quedarme con los llamados "agnósticos", ya que estos hombres y mujeres no son más que víctimas del INTENTO ALEVOSO DE ENGAÑAR. Son hombres y mujeres que, en las eras pasadas, pusieron su fe y confianza en otras corrientes de vida, sintiendo que estaban siguiendo a Dios, sólo para sufrir una amarga desilusión. Al concluir sus encarnaciones, quedaron con su fe en cenizas, su cuerpo emocional lleno de miedo e infelicidad, su cuerpo etérico profundamente marcados de cicatrices, y su alma tan amargada que aún en el lapso entre encarnaciones fue imposible restablecerles un deseo de realizar esfuerzos espirituales adicionales.--- 

Mucha gente habla amargamente de los dogmas de la Iglesia, y muchos se mofan de los crédulos que permanecen esperanzadamente bajo un líder, pero nunca ofrecen remedio alguno. Tenemos que contar con gente que esté determinada a sostener la Verdad por amor a la Verdad en sí, y que proteja los seres espirituales de los crédulos en todos los casos en que estos cedan ciegamente el TIRÓN MAGNÉTICO DE LA PERSONALIDAD (de quienquiera que sea). Tenemos que contar con gente que realice los fuertes Llamados Espirituales necesarios para que se despierten y sean iluminados por la Llama de la Verdad, y para que pongan sus benditos pies en el Sendero que conduce a la Liberación Eterna.

Hilarión

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