Cada individuo determina —consciente o inconscientemente— de acuerdo a su desarrollo espiritual, cuántas bendiciones espirituales atraerá hacia su propia conciencia. El hombre aletargado no hace el esfuerzo necesario para magnetizar las corrientes de una hora espiritual. Así, en el ministerio de Jesús, millones vivieron absorbiendo poco o nada de Su Presencia; y sólo los pocos —los suficientemente alertas para comprender el momento— se elevaron sobre los ímpetus del Poder del Cristo hacia su propia Presencia de Maestro Ascendido.
El hombre toma el regalo de un nuevo día demasiado a la ligera. Cuando se percibe esa fuerza del pensamiento creativo y de sentimientos energizadores, que puede moldear (y moldeará) de su vida actual cualquier cosa que desee, tal individuo cae en la cuenta de que él no es ya más víctima de los errores de ayer ni el creador inconsciente de las cadenas de mañana. ¡HOY ES EL DÍA DE LA OPORTUNIDAD! Las experiencias de ayer pueden guiar al hombre sensato en el uso de la vida, y las experiencias de mañana podrán anticiparse con certeza como días y años de manifestaciones pacíficas, opulentes, hermosas y armoniosas, el resultado de creaciones conscientes que fueron construidas hoy.
Kuthumi
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