Tal cual lo indica su nombre, el Manto de Luz es una actividad de Protección Divina que debe ser consciente y regularmente invocada por el individuo para asegurar Su eficacia. Cuando el hombre por primera vez se individualizó sobre la Tierra, este Manto de Luz era un tubo de radiación natural que comprendía su aura; pero a medida que se alejó gradualmente de la Conciencia de Dios, esta corriente de Luz se fue haciendo cada vez más pequeña hasta que hoy, en la persona promedio, no es más grande que un lápiz. El flujo de esta Sustancia-Luz que penetra el corazón es conocido como el Cordón de Plata, y es el ancla de la Vida de Dios dentro del individuo. Rodeándolo encontramos una Comente Dorada de energía, a través de la cual la Presencia de Dios "YO SOY' precipita el bien acumulado desde el Cuerpo Causal al mundo del individuo; y es también la vía a través de la cual cualquier Ser Divino, cuando se le invoca, vierte Sus Virtudes o Cualidades para el uso del estudiante y beneficio de toda la humanidad. Estas cualidades pueden variar según la necesidad, aunque los estudiantes sensatos construyen un ímpetu de una virtud o cualidad específica dentro de sus Mantos de Luz, que puede ser convocado en tiempos de crisis para que fluya a su dirección cuando y donde sea necesario. La esfera de influencia del Manto de Luz de uno depende de la cantidad de dedicación consciente a una Virtud Divina en particular, y es necesario que se realicen solicitudes rítmicas y regulares a la Presencia "YO SOY' de uno para sostener y expandir esta gran actividad protectora alrededor del individuo.
[Tomado de LOS MAESTROS ASCENDIDOS ESCRIBEN «El LlBRO DE LA VlDA»,
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